sábado, 6 de diciembre de 2014

Mid-term break in October - November

En Irlanda los alumnos tienen una semana de vacaciones cuando es Halloween. Así que esa semanita me dediqué a hacer turismo.

Lo primero que hice fue ir al instituto Cervantes a Dublín a ver unos fragmentos dramatizados de las obras de Calderón de la Barca y de Lope de Vega titulado “La voz de nuestros clásicos”. En este proyecto, organizado por la compañía Nacional de Teatro Clásico, participaban cuatro intérpretes de la compañía: Fernando Cayo, Nuria Gallardo, Pepa Pedroche y Jacobo Dicenta acompañados por el músico Juan Carlos de Mulder. Bajo la dirección de Helena Pimienta, escenificaron distintos fragmentos de las obras “La vida es sueño”, “El alcalde de Zalamea” y, aunque muy breve, “El perro del hortelano”. Los actores nos hicieron vivir los sentimientos y conflictos de los personajes de estas obras en distintas escenas. La emoción e intensidad de su actuación permitía sentir perfectamente en nuestras carnes la confusión de Segismundo, la fortaleza de Rosaura, el desasosiego y dolor de Isabel, el ímpetu de Don Crespo entre otros. Quizás se le pueda criticar la brevedad de los fragmentos de “El perro del hortelano” que fue más una pincelada que otra cosa y te dejaba con ganas de más. Desde mi punto de vista, creo que hubiera elegido otras obras o bien representar en el medio una comedia y no solo tragedias ya que la única comedia que trataron fue una pincelada de cinco minutos al final. En general, los actores estuvieron espectaculares y completamente metidos en el papel.

Aprovechando nuestra estancia en Dublín, fuimos a la Guinness Storehouse, visita obligada para todo aquel amante de la cerveza. Un recorrido por el edificio de cinco pisos, cada uno dedicado a una parte de nuestra cerveza: Ingredientes, el proceso de fermentación y transporte, cata, promoción, la Guinnes academy (Sírvete tu propia Guinness y te dan un diploma… como que había que hacer hora y media de cola… casi mejor que nos la sirvan), y por supuesto el pub con música tradicional y un mirador desde el que se veía todo Dublín desde las alturas. La verdad es que fue bastante entretenido aunque demasiada gente. A cualquiera que quiera ir a visitarlo le recomiendo que coja las entradas por internet, te ahorras una cola inmensa y es la mar de fácil.



A la noche aprovechamos a tomar unas cervecitas ya que nuestro “hostel” daba un poco de pena (y bastante asco por cierto) y al día siguiente de vuelta a Limerick. Mi compañera Silvia se quedó toda la semana porque su colegio cerraba y se tenía que ir ya que es donde se aloja este curso. Ese fin de semana y parte de la semana nos dedicamos a hacer algo de turismo por los alrededores (Manister, Croom, Adare) a la espera de la llegada de Laura de Dublín que también se quedó en Irlanda esa semana y también se apuntó al turismo irlandés.




Con Laura aprovechamos para ver el castillo del King John que realmente merece la pena ver. Aquí os dejo un vídeo con información sobre el castillo:


Y alguna foto:
Silvia y yo 


Laura y yo en la Edad Media

Vista del río Shannon desde la torre del castillo

El jueves fuimos a Galway, situada al norte de Limerick. Es una ciudad acogedora y muy turística. Empezamos por el Eye Square, la iglesia de San Nicholas, el arco español, el museo de la ciudad y la catedral. Lo más importante está en la zona peatonal llamada la Shop Street y desde ahí llegas a todas partes. Es muy bonito también el paseo que va alrededor del río Corrib que atraviesa la ciudad. Desde el paseo ves toda la bahía de Galway, el muelle de Ballyknow y la presa y el puente de Salmón.
Vane y yo en The Eye Square

The Spanish Arch


No podía faltar en nuestro recorrido turístico las “Cliffs of Moher”, en el condado de Clare. Decidimos coger un bus turístico el viernes (www.paddywagontours.com) que hacía un recorrido ida y vuelta a Limerick que pasaba por los acantilados, Doolin (que no hay mucho que ver), The Burren y el castillo Bunratty.




Ese viernes fue noche de Halloween. Laura, Silvia y yo nos disfrazamos (cada una de una cosa diferente) en mi casa y fuimos al encuentro de Vanessa para disfrutar de una noche loca en Nancy Blakes. Yo me disfracé de gánster con un colega irlandés y… ¡¡ganamos un premio de 25 euros!!  Lástima no tenga una foto. Increíble pero cierto. La noche acabó tarde pero fue un día muy entretenido. ¡Qué nos quiten lo “bailao”!

El sábado ya fue de relax y el domingo de despedidas.

¡El lunes vuelta a la carga!

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