jueves, 2 de octubre de 2014

El trabajo dignifica... en serio.

¡Qué bonito es empezar a trabajar!

El martes fui hasta los colegios a organizar mi horario de clase. La verdad es que en uno de los colegios aún no me tienen el horario, a ver si en un par de días me lo pasan. De todas formas, el miércoles ya fui al Gaelcholáiste con Johannah, una de las profesoras de español, a ver cómo eran sus clases. Fue un día muy interesante y divertido. 
Al llegar estuve en la sala de profesores hablando con algunos de ellos. Todos fueron muy amables y simpáticos conmigo. Después acompañé a Johnannah a sus clases: primero, una de francés (recordando lo poco que aprendí durante mi estancia en la isla de la Reunion); luego, a la clase más básica de español y los estuve ayudando a corregir algunos errores típicos de masculino/femenino, plural/singular, y el presente del verbo “tener”; la siguiente clase fue con los de 5º año, estuvieron corrigiendo un examen y les estuve ayudando con la escritura. Como no tengo el horario aún realmente fue como una toma de contacto con el colegio, las clases y los alumnos. Después me invitaron a comer (todo un detalle) y Johnanah y yo estuvimos planeando algunas actividades para las clases de español y el club de español (que parece que no va mucha gente).

A la tarde tuve mi primera clase en Laurel Hill. Me tocaba con las chicas de último año que tienen que hacer un examen, el Leaving Certificate, que tiene distintas partes, una de ellas el oral. Como son solo cuatro en clase, las fui cogiendo individualmente y fuimos a una clase para hacerles algunas preguntas sobre ellas, su familia, sus aficiones… entre otras cosas. Son unas chicas muy majas, muy simpáticas, muy trabajadoras y con bastante buen nivel de español. La verdad estoy muy contenta con ellas.

Al acabar las clases del miércoles me permití el lujo de irme a tomar una Guinness. ¡Porque yo lo valgo! Y porque me la merecía. (Por cierto, la Guinness aquí está mucho mejor que en España, vamos… ni punto de comparación). De camino a casa, paré por una academia de inglés para ver si me preparo para el CAE o el Profficiency pero casi mejor el CAE que mi inglés anda un poco oxidado… porque ya sabéis lo importante que es tener papelitos que demuestren este tipo de cosas.

Hoy el día ha sido tranquilo. Por la mañana estuve con mis alumnas de ayer y estuvimos hablando un rato y les ayudé a preparar alguna redacción corta de exámenes pasados. En la siguiente clase, con las chicas de Junior Certificate, también hice lo mismo: las llevé a parte una a una y les pregunté cosas sobre ellas. Como son 15, no me dio tiempo a hablar con todas porque empecé la clase más tarde ya que había un grupo de música tocando en el colegio y me dijo Siobhan que tenía que verlo que eran muy buenos. La verdad estoy muy contenta con el colegio que me ha tocado. A la tarde tengo el grupo básico y a ver puedo hacer alguna actividad divertida y dinámica con ellos porque todavía estamos organizando cómo dar las clases, y además, hace un día precioso.

La principal diferencia entre los alumnos de España e Irlanda es su comportamiento. Esto no quiere decir que todos los estudiantes españoles sean unos pasotas pero en comparación los irlandeses tienen mucho más interés que los españoles en cuanto a los idiomas. Si alguno de los profesores de Irlanda fuese a España seguro que alguno acabaría en un psiquiátrico. Así que estoy muy, pero que muy contenta de poder trabajar con unos compañeros tan agradables y unos alumnos tan estupendos.

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